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Caja de Cambios

Hace unos años cerraba sus puertas La Casa Vasca, icónico restaurante de Deusto. Meses atrás vieron a “obreros asiáticos” merodeando por el antiguo negocio y comenzaron los comentarios. Oyes por la calle que “nos están invadiendo”, que es “una vergüenza”, que “como pueden poner otro chino”, que “algo turbio tienen que hacer para que les salga rentable”... opiniones de todo tipo -las hay también a favor-, pero las más sonadas son en contra. Ideas que son más propias de tiempos ya pasados donde, irónicamente, éramos nosotros los inmigrantes.

 

Vaya problema debe ser que la antigua Casa Vasca vaya a ser ahora un bazar chino. No parecía preocuparle a nadie el restaurán en 2014, momentos antes de que cerraran al no tener suficiente clientela. Podemos apoyar el comercio local frente al ajeno y a los grandes negocios, es comprensible, pero seamos consecuentes, ya que muchos de estos comercios de siempre han cerrado por falta de apoyo por parte de los vecinos. En numerosas ocasiones parece que preferimos ver un escaparate sucio y oscuro con un cartel de “se traspasa” en vez de un local que otorga al barrio un servicio. La única diferencia con otros comercios son los dueños, que nos son extraños.

 

Deusto concretamente es un barrio con mucha presencia de extranjeros de diferentes nacionalidades: asiáticas, latinoamericanas, africanas... cada uno de ellos se busca la vida como puede, algunos montan pequeños negocios como restaurantes, panaderías, locutorios... que, aunque parezca que no nos queramos dar cuenta, dan vida al barrio. No obstante, muchas veces vemos antes las etiquetas que les imponemos que a la propia persona en sí.

La multiculturalidad de Deusto

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